¡Nos colamos en el Game On de Madrid!
No es un secreto que en esta agencia de marketing nos gustan los videojuegos. Por ello, cuando nos enteramos de que hacían una expo de videojuegos en España, no dudamos y nos desplazamos hasta Madrid para disfrutar de Game On, una de las exposiciones más nostálgicas, y también más interesantes, que se han hecho en los últimos años en la temática “videojueguil”. Aunque ha aterrizado en España en 2019, el Game On tiene un amplio recorrido, ya que tiene sus orígenes en el Barbican Centre, un centro de arte londinense que comenzó su andadura allá por 1982, y que en el 2002 decidió dar cabida a este sector, por entonces poco valorado.
La exposición internacional itinerante sobre videojuegos no ha parado de girar around the world desde entonces: Escocia, Hong Kong, México, EEUU y Japón (2016), el antecesor de España, son solo algunos de los países que han acogido al Game On en su seno. Lo realmente interesante es que cuando empezó allá por los 2000, aún era inusual dedicar un espacio al videojuego, pues el reconocimiento del sector (y de otras disciplinas artísticas) vendría mucho tiempo después. Así pues, estamos hablando de una exposición que tiene sus orígenes en el Londres de hace casi dos décadas, y que se ha sabido mantener estable y con una evolución constante, impulsada por la aparición de nuevos sistemas, infinidad de videojuegos y la creación de nuevos géneros.
Cuando empezó, aún era inusual dedicar un espacio al videojuego, pues el reconocimiento del sector vendría mucho tiempo después.
Podemos decir que el Game On que llega a Madrid mantiene la esencia de aquella primera exposición de 2002, pero con más puntos, ya que ahora se puede afianzar como una retrospectiva a los inicios del videojuego, hasta llegar a los exponentes más contemporáneos, como la realidad virtual.
Al entrar al recinto, aparte del shock que supone entrar en una oscura y gigantesca sala recreativa hasta arriba de leds, sin otro estímulo visual que el de la luz artificial, podemos observar y disfrutar del gran trabajo de restauración y mantenimiento del material, teniendo en cuenta que esta exposición se basa en la interactividad de los usuarios, que vienen con ganas de toquetear, y mucho.
Aunque la entrada indica un tiempo límite de hora y media, que seguramente muchos de los visitantes excedimos, la exposición nos permite probar hasta 150 videojuegos en sus sistemas originales: desde máquinas recreativas que han marcado una época, como la del Donkey Kong original, pasando por todo tipo de consolas domésticas o aquellas Game & Watch o “maquinitas”, como se llamaban popularmente en los 80. Sin duda alguna, este es su gran atractivo, el poder interactuar con la historia del videojuego, solo, en pareja o en familia, lo que hace las delicias de muchos nostálgicos que empiezan a tener cierta edad.
La exposición se divide en diversas secciones, las cuales recorremos en el amplio espacio de las instalaciones de la Fundación Canal. Cabe destacar que algunas de estas secciones son pequeñas exposiciones de material, como en el caso de la sección que alberga versiones de consolas y videojuegos de distintas partes del mundo, o la que nos acerca a videojuegos independientes de nuestro país. Así, podemos probar algún juego como el fabuloso Gris, o el no menos interesante Rime, así como ver algunos de sus diseños originales y otros elementos de su producción y marketing.
Aunque podamos estar o no de acuerdo con la selección o los géneros, poder disfrutar de algún clásico como el inmortal Pitfall! es una experiencia impagable.
A pesar de esto, las partes que más interesan a la mayoría, a juzgar por las largas colas de padres e hijos que hacen turnos y saltan de una fila a otra, son las de los primeros videojuegos y arcades. La selección es fantástica, al igual que la de géneros, que incluye tres exponentes de cada género para probar in situ. Aunque podamos estar o no de acuerdo con la selección o los géneros (no recordamos el «rpg» y vimos Final Fantasy VII clasificado en el género «Aventura»), poder disfrutar de algún clásico como el inmortal Pitfall! es una experiencia impagable para cualquiera que se denomine amante de los videojuegos (aka friki, para el resto del mundo).
Podríamos resumir en que la selección del Game On es amplia y bastante acertada; claro que hallaremos ausencias destacadas, pero estamos hablando de una muestra representativa y a la que podemos acceder por 11€ los fines de semana, aunque si vas entre semana por la mañana, disfrutarás la exposición por el módico precio de 7€ (además, evitarás las hordas de niños).
En definitiva, sí, nos ha gustado: es una exposición bien documentada, con piezas restauradas y que, pese a la cantidad de material y de afluencia, funciona a la perfección, sin mencionar su cuidada ambientación en un espacio que, por sus dimensiones y distribución, está muy bien elegido.
¿No te hemos convencido? Aunque nos hayamos puesto un poco intensos, te aseguramos que esta visita merece la pena. ¡Tienes tiempo hasta el 31 de mayo de 2020!